Opiniones sobre el posconfinamiento: Australia
Durante las próximas semanas hablaremos con amigos de la industria en todo el mundo sobre cómo están las cosas en el sector de la hospitalidad en el lugar donde se encuentran, compartiendo visiones y enfoques diferentes con nuestros miembros y brindándoles apoyo y orientaciones.
Esta semana, Dimitri Rtshiladze, propietario y gerente de Foxtrot Unicorn y Murray Walsh, gerente del Mechanics Institute, hablaron con el embajador de la marca Brendan Grey y nos dieron una idea sobre cómo Australia, y específicamente Australia Occidental, ha enfrentado el confinamiento.
Cuando la COVID-19 comenzó a diseminarse por el país, se produjo un cierre nacional. Se cerraron las fronteras y se estableció el toque de queda en los siete estados; asimismo, se puso en marcha un sistema de ayuda financiera para socorrer a aquellos que repentinamente se quedaron sin trabajo. El sector de la hospitalidad sufrió particularmente un gran impacto, y los espacios de todo el país quedaron en un estado de incertidumbre sobre cuándo y si volverían a abrir sus puertas.
Se puso en marcha un sistema de cuarentena y de tests, y los resultados iniciales fueron rápida y ampliamente positivos. El Territorio del Norte fue el primero en reabrir los bares (aunque con grandes restricciones) ; Australia del Sur, Tasmania, el Territorio de la Capital Australiana y Australia Occidental los siguieron de cerca después de alrededor de 10-12 semanas. Los estados más grandes, Victoria, Nueva Gales del Sur y Queensland iban por buen camino pero tuvieron una segunda ola de contagios que aún provoca toques de queda y confinamiento total en algunas zonas.
Los pasos a seguir para la reapertura
Centrémonos ahora en Australia Occidental, estado de origen y actual base de Brendan, para conocer más detalladamente lo que está sucediendo allí en estos días.
Así como en muchos otros países, cuando Australia Occidental tuvo la oportunidad de empezar su reapertura, debió enfrentar numerosas restricciones y desafíos. Los locales solo podían abrir con capacidad limitada y los clientes debían permanecer sentados, manteniendo un estricto distanciamiento social de 1,5 m. Cada local debía llevar un registro de las personas que ingresaban, pidiéndoles el nombre y un número de teléfono, de modo que pudieran contactarse rápidamente en caso de que el test diera positivo. Se recomendaba o se obligaba el uso de máscaras faciales, y de repente el sanitizador de manos estuvo por todas partes.
Los locales tomaron dos grandes enfoques que los dejaron firmemente posicionados para una reapertura - adaptabilidad y un sentido de comunidad. Por ejemplo, durante el confinamiento, los principales locales pusieron en marcha diferentes proyectos en Australia Occidental para generar ingresos o aprovechar el tiempo fuera del trabajo. Algunos locales organizaron sistemas de coctelería para llevar, se renovaron los bares y se lanzaron nuevas empresas. Más importante aún, el sector se unió para ofrecer sistemas de apoyo con la fuerte mentalidad de que superarían la situación juntos.
Para Dimitri y Foxtrot Unicorn, el paso más importante que dio durante el confinamiento fue tratar de mantener al personal conectado, informado y con controles periódicos. Murray quería estar seguro de que el equipo del Mechanics Institute estuviera al tanto del apoyo financiero, psicológico o educativo disponible durante el confinamiento. Para Murray, que la mayoría de los miembros del equipo estuviera dispuesto a trabajar con él nuevamente en la reapertura fue de suma importancia.
El futuro
Mirando hacia adelante, pareciera que los pasos que ha dado Australia Occidental han funcionado hasta ahora. El estado se ha dirigido hacia una reapertura completa —aunque las fronteras todavía permanecen cerradas hacia otros estados— y el escenario del sector de la hospitalidad está en camino de conseguir una estabilidad interna muy necesaria. De hecho, uno de los principales problemas que actualmente enfrentan los espacios más grandes es tratar de encontrar suficiente personal para mantenerse al día con los negocios. Sin embargo, existe el riesgo de una segunda ola. El Ministro de Salud, Greg Hunt, dijo que no es una cuestión de 'si, sino cuándo”, y el escenario del sector de la hospitalidad se está preparando para esa eventualidad.
Pensando en la “nueva normalidad” del futuro, Murray y el equipo del Mechanics Institute creen que tendrá un impacto positivo. Él considera que más clientes se volverán aún más receptivos al oficio detrás de la hospitalidad. Con el aumento de los cócteles caseros, se ha comprendido que un menú y un ambiente cuidadosamente elaborados realmente son irreemplazables. Murray ya ha visto un enorme cambio en la actitud de sus clientes: la vasta mayoría está verdaderamente interesada en lo que toma , gasta más y se arriesga más con los productos que elige.
Siempre está la pregunta de si harías algo diferente si tuvieras que hacerlo de nuevo. Según Dimitri, él reconsideraría cómo realizaban su servicio de entrega de cócteles y buscaría formas de hacerlo en modo más eficiente. Personalmente (y al igual que el resto de nosotros), él reduciría las pizzas y haría más ejercicio.
Los próximos 12 meses son de incertidumbre en todo el mundo; pero para Brendan, si tuviera que dar una opinión sobre lo que tuvieron que pasar en Australia Occidental , diría que la adaptabilidad y el ingenio son claves en un escenario en constante cambio y que somos más fuertes cuando trabajamos juntos como comunidad.